Soy de esas que aman cantar
Recuerdo el primer día que visité mi iglesia, justo hace unos 8 años. Me recibió quien hoy puedo llamar mi amiga del alma, Sonalí. Durante el tiempo de adoración no podía parar de admirar como todos adoraban, cantaban, bailaban, brincaban, pero sobre todo era sorprendente ver cómo cada uno se conectaba con Dios. Para mí, era algo totalmente nuevo dado que no había visitado antes un culto de una iglesia evangélica con el interés y anhelo de tener un encuentro con Dios. Desde ese día supe que esa sería mi iglesia, supe que era allí donde deseaba crecer en Dios. Domingo tras domingo mi anhelo de adorar a Dios como todos lo hacían crecía más y más. Desde ese momento entendí cuan importante es la adoración para cada una de nosotras. Es nuestro encuentro puro y genuino con Dios.
Ella es mi amiga Sonalí, una mujer quien nos enseña a adorar a Dios con toda nuestra alma. Rendirme a él es justo el momento donde más cerca me he sentido de Dios. Caer justo a sus pies me demuestra que no hay lugar más alto y más grande que estar a los pies del Padre. Es justo ese momento en el cual le demostramos a Dios nuestra humildad, nuestra entrega, vamos a él tal y cual somos, una hija de Dios.
El 15 de abril me llama mi mamá para decirme que mi abuelita de repente enfermó y de una manera muy grave, los médicos no nos daban buenas esperanzas. Durante los días siguientes no deseaba tener tiempo para preocuparme por ello, sólo deseaba tener tiempo de orar y confiar en Dios. Una semana más tarde me indican que su deterioro era significativo y que sólo era cuestión de tiempo. En ese momento decidí confiar en mi milagro, en el milagro que yo quería. No deseaba escuchar la voluntad de Dios, anhelaba mi propia voluntad. Un día Dios me habla y justo yo sentada en la sala de mi casa escribiendo un devocional para ustedes, Dios me recuerda el momento donde Jesús se encuentra orando antes de ser entregado y le dice al Padre: "Señor, pasa de mi esta copa, pero que sea tu voluntad y no la mía". Sólo pude tirarme al suelo y llorar, porque Dios me estaba recordando que debemos siempre aceptar con amor y humildad su voluntad. No imaginan cuando difícil fue para decir: "Señor, que sea tu voluntad y no la mía". Entre llanto, dolor, esperanza, fe y entrega Dios me abrazaba y en medio de mi dolor, tirada en el suelo, entre lágrimas, me recordó Dios lo que mi iglesia me había enseñado, a ADORARLE. En ese instante entre mi dolor le adoré, adoré como nunca lo había hecho. Allí, tirada en el suelo, sola, me encontraba brindándole a Dios mi mayor muestra de adoración a él. Al día siguiente me llama mi mamá a las 6:00am para decirme que mi abuelita había fallecido.
Quizás pienses que es una historia triste, pero sabes, para mí es mi resultado. Quizás digas, resultado de qué... Amiga, resultado de que Dios me ha transformado. En medio del dolor adórale, en medio de tu felicidad, adórale, en todo momento adórale. Cuando aprendemos a caminar sobre las promesas de Dios, sobre sus propósitos, podemos ver su mano en todo momento, podemos agradecerle en medio del dolor, podemos adorarle siempre porque entendemos que no se trata de nosotras, se trata de él. No se trata de nuestra voluntad, se trata de su voluntad. No es mi milagro el que hace brillar nuestro corazón, es su milagro el que transforma mi vida.
Podemos anhelar con toda nuestra alma adorarle en todo momento, pero necesitamos una iglesia que nos muestre cómo hacerlo. Necesitamos líderes que nos guíen, necesitamos gente que nos recuerde siempre la importancia de nunca dejar de mirar a Dios. Necesitamos un grupo quienes oren por nosotras cuando no tengamos fuerzas para hacerlo. Necesitamos amigos que nos amen por quienes somos, amigos que nos ayuden a crecer en la Palabra, amigos que juntos podamos adorar a Dios en todo momento y en todo tiempo.
La adoración va mucho más allá de la música y tiene que ver más con aquello que consideramos más valioso, tanto así como para darle el primer lugar en nuestra vida a Dios.
La adoración es eso que nos mueve a tomar decisiones cada día, a esforzarnos por algo, a luchar y a perseverar.
La adoración es aquello que hacemos todo el tiempo por necesidad, el corazón del ser humano está creado para adorar a Dios por siempre y para siempre y necesitamos mantenernos adorando porque es tan indispensable como respirar para permanecer vivas.
En la Palabra leemos que la adoración tiene que ver con postrarnos, rendirnos, hacer una reverencia, se basa de una devoción, se trata de una obediencia, debemos honrar a Dios.
Podemos leer una actitud de honra y devoción de Pedro hacia Jesús que lo llevó a pensar que era imposible que el Señor (porque así demostró Pedro que lo consideraba aquí) le lavara los pies, ya que lo consideraba superior.
La adoración nos lleva a darle a Dios el valor y el afecto en nuestra vida que Él realmente tiene y espera de cada una de nosotras. Es algo lo cual nos permite vivir en una devoción continua, en una admiración y un total asombro por la grandeza de Dios.
Cuando comencé a adorar a Dios en el ámbito espiritual abrí mi corazón a él, pude conocer y ser consciente de su grandeza. Es por esto que sin adoración no hay atmósfera ni manifestación de Dios en nuestra vida. Necesitamos aprender a adorarle. Si, te puedo decir q no es algo que sucede de hoy para mañana, es algo que sucede en ti, en tu corazón. Es un proceso de transformación y crecimiento.
La adoración es una transformación, nos convertimos en aquello que adoramos, por eso si nos enfocamos en adorar a Dios entonces nos hacemos uno con Él en comunión y el resultado ha de ser convertirnos en mujeres que aman al Señor ante todo y sobre todas las cosas. El resultado es ser su imagen y semejanza en el mundo para que el mundo le conozca por medio nuestro, nos convertimos en su reflejo aquí en la tierra.
Aquello que adoramos determina en qué nos convertimos así q, amiga debemos invertir toda nuestra adoración a Dios, pues Él es digno, no hay otra razón mayor, simplemente Él es digno de toda la adoración y la alabanza de nuestra parte. Yo canto HORRIBLE, créeme, pero ya eso no me limita a adorarle jajajaja así que adora a Dios siempre. Es muy lindo nosotras adorarle, podemos ser quienes él dice que seamos, si aprendemos a adorarle siempre.
Ahora, te comparto 5 Consejos que podemos aplicar o implementar para adorar a Dios:
Adorar a Dios implica rendición absoluta:
Adoras a Dios cuando rindes tu corazón a Su voluntad divina y aceptas no tener más el control de tu vida, sino que se lo entregas a Él para que en Su soberanía sea Él quien determine el curso de tu vida. Esto no debe ser confundido con sentarse a esperar que todo te caiga del cielo, sino que significa vivir una vida esforzada pero paciente y sin afanes, reconociendo que nada a tu alrededor está bajo tu control y que las cosas no suceden por tus méritos propios, sino porque ha sido la voluntad de Dios que así sea.
Adoras a Dios cuando resaltas sus cualidades:
¿A quién no le gusta que le reconozcan sus cualidades o le digan cosas lindas con amor? Sí, a Dios también le encanta. Así que en esos momentos de oración, dedícale todo o parte del tiempo a decirle a Dios cuánto le amas, lo maravilloso que es y cómo no puedes vivir sin Él. Recuerda que no todo en la oración es pedir, o acaso ¿cómo te sentirías tú si como madre tus hijos solo te hablaran para pedirte cosas y nada más?
Ser agradecida es una forma de adorar a Dios:
La gratitud y el reconocimiento de que lo que somos y lo que tenemos es gracias a Dios, es una forma constante de adorar a Dios. Así que, cuando te sientas tentada a la queja, mira a tu alrededor y adora a Dios por lo que sí tienes, por las oportunidades que te ha dado, por la gente que te rodea, por todo lo bueno que sí te ha sucedido. Recuerda que es mejor siempre ver el vaso medio lleno y no el vaso medio vacío.
Adorar a Dios debe ser algo sincero:
La adoración debe ser algo que hagas de forma consciente, es decir, de forma intencional y que salga de tu corazón con total honestidad. La Biblia nos narra cómo Jesús se indignaba al ver a los fariseos, estos hombres legalistas, orar en las calles y darse golpes de pecho, pero en su vida real, no estaban realmente siendo sinceros en esas oraciones, solo lo hacían por seguir rituales o aparentar espiritualidad. A Dios no se le puede engañar y Él aborrece la mentira, así que cuando adores, procura que sea de corazón, de lo contrario, pierdes tu tiempo.
Tu estilo de vida es tu mayor adoración:
Entre las formas de adoración a Dios, creo que esta es la más importante. Y voy a resumir esto en una sola palabra: OBEDIENCIA. Cuando vives un estilo de vida en concordancia con la palabra viva de Dios, en obediencia a ella, estás adorando a Dios con tus acciones, debido a que estás mostrando reverencia, respeto, amor, honestidad, entre otras cualidades honrosas que agradan a Dios. Que vivas un estilo de vida en concordancia con lo que Dios nos manda es la mayor alegría que le puedes dar a nuestro Señor y ten por seguro que esto traerá bendiciones a tu vida.Esa en definitiva es la mejor de las formas de alabar a Dios.
Amiga, adora, ríndete a Dios, aunque cantes tan feo como yo adora siempre. Dios necesita escucharnos adorarle. Todo Padre necesita escuchar a su hija hablarle y cantarle.
Xoxo,
Tu amiga, Marina
Ellos son mis pastores, Jonathan y Magaly. Son quienes llevan a cabo la gran tarea de cuidar de mí, de mi esposo y de todos los que somos parte de The Movement, mi iglesia. Vivo agradecida por ellos, pero sobre todo con Dios por darme el privilegio de ser parte de su iglesia. Amiga, ora siempre por tus pastores, ellos necesitan que todos oremos por ellos siempre.
Gracias Jonathan y Magaly por su gran labor día a día.
Aquí te comparto mis grupos y cantantes favoritos de música cristiana. Usualmente siempre q tengo la oportunidad escucho uno de ellos. Me encanta pasar tiempo escuchando y cantando su música.
Referencias:
Fotos: Iglesia The Movement: https://www.facebook.com/IamTheMovement/photos/?ref=page_internal
Datos e información: https://entaconadas.co/ltips-para-adorar-a-dios/
Commenti