Vivir en su Palabra
Es lindo cuando comenzamos a instruirnos en la Palabra de Dios. El comenzar a conocer sus promesas, leer sobre los propósitos de Dios, conocer poco a poco más de su Amor y ver como su Gracia siempre ha estado con nosotros. Recuerdo la primera vez que comencé a estudiar la Palabra, no encontraba por donde comenzar, sentía que era imposible leer tanto y memorizar tanta información. Me enfoqué y preocupé demasiado en lo complicado que podría ser, sin haber intentado, pero en realidad ya Dios iba trabajando en mí, ya Dios iba transformándome hacia lo que él necesitaba que yo fuera, ya Dios había ido poco a poco preparando mi corazón. Dios conocía el anhelo que había en mí de conocerle, encontrarle, pero sobre todo de conectarme con él. Dios conoce cada corazón dispuesto a conocerle, los escucha y allí sin darnos cuenta habita su Gracia. Día a día comenzaba a entender la Biblia, cada día anhelaba leer más, pero lo mejor era sentir como mi corazón se iba transformando a medida que iba leyendo y estudiando su Palabra.
La Palabra nos dice en Hebreos 4:12: “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.” Leer, estudiar y caminar en la Palabra de Dios es vivir en su promesa y andar en sus propósitos. Hebreos 4:12 hace mención de que la Palabra de Dios es viva y poderosa lo cual significa que a medida que vamos leyéndola y estudiándola: sanamos, personamos, aprendemos, nos transformamos, crecemos, pero sobre todas las cosas vivimos, porque a través de la Palabra conocemos el verdadero amor, conocemos nuestras promesas y vivimos en nuestros propósitos. Vivir en su Palabra es vivir a plenitud, es conocer por dónde debemos caminar, es saber qué voz escuchar, pero sobre toda las es saber que sólo en ella encontramos vida, vida en abundancia. En Lucas 11:28 nos dice: “Dichosos más bien, contestó Jesús - los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.”
Vivir en su Palabra es obediencia, sacrificio, entrega, pero más que nada, vivir en su Palabra es conocer la grandeza de Dios. Hoy es un buen momento para preguntarte ¿Realmente estoy viviendo mi vida en la Palabra de Dios? Dios conoce donde nos encontramos paradas en su Palabra, pero ¿tú conoces dónde se encuentra tu corazón? Conoces ¿hacia dónde te encuentras caminando?
Mujer, camina, vive, ríe, goza, celebra y sueña, en la Palabra de Dios. Permítete adentrarte en su Palabra, permítete conocer cada día más a Dios, permítete sentirte amada por tu Padre, por ese que está justo a tu lado esperando que tornes tu mirada hacia él, permítete vivir en su Palabra.