Mi Verdad
¿Cuántas verdades escondidas guardamos en lo más profundo de nosotras? Verdades que nos duelen, nos avergüenzan o simplemente verdades que no deseamos recordar. Nuestra verdad, ¿cuál será? lo que fuimos un día, lo que somos o lo que Dios desea que seamos. En muchas ocasiones podemos hacernos esas preguntas y todas nos van a llevar a una sola contestación, Dios. Hay verdades que son necesarias en nuestra vida, de manera que a través de ellas nos encontramos a nosotras mismas, encontramos lo que somos, hijas del rey de reyes.
Nuestra sociedad muchas veces nos marca por los errores cometidos en un pasado. Nos esclaviza a ellos cuando muchas veces deseamos romper esas ataduras que nos marcan y simplemente deseamos comenzar de nuevo, porque tenemos derecho a una nueva oportunidad y la sociedad olvida eso. Cuando comenzamos una relación con Dios nos damos cuenta como nuestra vida va cambiando, como nuestra paz cada día es más, como el pasado sólo se convierte en eso, pasado. Otros no podrán entender quizás como es posible que estemos tan cambiadas, tan aferradas a Dios, no entiendan como antes éramos de una manera muy diferente e hicimos cosas que ni hablar de ello y hoy somos lo que somos, mujeres apasionadas de la Palabra y aferradas a Dios. Lo que no logran ver es que Dios nos hizo nuevas, nos hizo nueva criatura porque en él el pasado queda atrás y somos nueva creación y esa es nuestra verdad. Mi verdad está con Dios, se encuentra en lo que Dios tiene para mí, en las cosas nuevas que ha de hacer en mi vida y esa es tu verdad también.
Pablo dijo en 2 Corintios 5:17 “ De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas”. Dios nos transforma y nuestro pasado queda atrás. Su Gracia es infinita y Dios sólo desea hacernos mujeres de bien, mujeres que seamos un ejemplo para otras, mujeres firmes en su Palabra, mujeres que oran y ayunan, mujeres que caminamos en Fe, mujeres cubiertas de su eterno Amor y su infinita Gracia. Tú verdad está en Dios, no importa el mundo, no te afecta la verdad que otro tengan de ti. Recuerda que Dios venció al mundo, tú estás con él ganador. Y cuando el pasado desde hacer acto de presencia en tu vida ve a 2Corintios 5:17. Mi verdad está en Dios y la tuya también.
Tú amiga,
Marina Cruz